domingo, 28 de abril de 2013
En mis peores días hay quien consigue sacarme sonrisas e incluso carcajadas.
Yo los llamo ladrones de risas o magos de la felicidad, capaces de hacerte feliz en un momento en el que tu vida es un caos y no le encuentras sentido a nada.
Ladrones porque no está planeado y es tan espontáneo que no te queda remedio alguno, y magos porque de una lágrima son capaces de hacer aparecer la curva más bonita del ser humano que es la sonrisa.
Por suerte guardo en mi cajón de los buenos momentos a mis magos y a mis ladronzuelos que me hacen poner buena cara a los malos ratos y a sonreírle a esta vida que solo es una.
Jamás me cansaré que dar las gracias a estas grandes personas.
Os quiero mucho.
Laura Isardo.
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