Si miras hacia el lado opuesto, también las cosas han cambiado. Las princesas han dejado de ser custodiadas por el temido dragón el cual ha huido por no poder soportar sus exigencias. Al fin y al cabo vale más para ellas un anillo de diamantes que un "Buenos días" acompañado de un desayuno en la cama.
Pero...¿Quién no adora las historias de amor de nuestros abuelos? Esas historias de grandes conquistas, de amor verdadero, de fidelidad, de unión en los momentos difíciles...
Eso es amor señores, un sentimiento que no entiende de anillos, viajes,zapatos de lujo o comidas de reyes. Entiende de detalles, de sonrisas, de sorpresas que dejan huella, ese apoyo incondicional...
Quien tenga la suerte de encontrar a esa persona que la cuide, que la guarde como un tesoro, que nunca la deje ir, pues la vida no te da dos veces esa oportunidad de ser feliz... Vive, ríe, ama...
Laura.