Y es que cuando dos personas se quieren, o se han querido, la memoria alcanza límites insospechados, es capaz de traerte hasta el mínimo detalle de aquellos días en los que tu corazón, por algún motivo, latía con más fuerza.
Ha pasado tiempo desde aquella triste tarde de septiembre donde nuestros caminos comenzaron a separarse y la relación había empezado a perder luz, esa tarde donde me di cuenta de que solo podía hacerte daño y que sin querer ya te lo había hecho.
Tras dos años sin saber nada el uno del otro vuelves, tú feliz, yo intentándolo, comenzamos a hablar y parece que el tiempo no ha pasado, que seguimos siendo aquellos dos adolescentes que se pasaban el día hablando, soñando un mundo en el que solo existía la felicidad entre ambos...
Porque todas las canciones que me pasaste me siguen recordando a ti, no olvidaré ni un momento a tu lado, tú me quisiste como nadie lo ha podido hacer hasta ahora.
Han sido tantas emociones en tan poco tiempo, tantas sonrisas en estos dos días de recordar viejos tiempos, nudos de garganta, ojos llorosos y felicidad de poder compartirlo aun.
Muchas gracias.

Tú

Al igual que Andy Warhol encontró arte en una simple lata de sopa de tomate que todo el mundo veía como algo corriente, yo he encontrado arte en tus ojos verdosos, en tu forma pícara de mirar, en tus gestos, en tu cariño y en tu apoyo incondicional.
Y es que el arte que he encontrado no ha sido otro que el de quererte, saber que te tengo me libera de preocupaciones porque tú a pesar de mis días malos en los que nadie sería capaz de soportarme has estado aguantando chaparrones porque, según tú, te daba la gana hacerlo. Me he dado cuenta de que he encontrado el gran tesoro que se escondía cerca de mi, al igual que en el Alquimista fui en busca de mi tesoro bien lejos y, finalmente, lo hallé bien cerca.
Para cualquier persona seras alguien corriente y alguien normal, pero para mi serás aquel que secó mis lágrimas, que me dedicó su tiempo sabiendo que no se recupera, que me ha sacado sonrisas, que me ha regañado por no sonreír, el único que ha conseguido despertarme una noche para saber cómo estaba y qué sentia...
Por todo eso eres mi pequeña obra de arte, te quiero.
Buenas noches, Laura Isardo.