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martes, 10 de julio de 2012

Nuestra parte complementaria.

¿Ella? Cris era para sus padres aún una niña de casi 18 años con ganas de vivir, su mundo era de colores, gozaba de una imaginación increíble, soñaba día tras día con ese momento en el que su vida cambiaría y cambió.
¿Él? Aitor también era joven, pero menos que ella, él rozaba los 20. Veía pasar los días sin hacer nada, perdiendo el tiempo, gastando su vida en tabaco y otros vicios, desde que su madre se fue su vida había perdido todo el sentido y día tras día se preguntaba si allí fuera habría alguien que le devolviese la ilusión y... lo había.

Era un día de mayo, más caluroso de lo normal. A las afueras de la ciudad, Claudia preparaba su gran fiesta por su reciente cumpleaños y no podía faltar nadie. Tenía listos ya los últimos preparativos, los mas tempraneros no tardarían en llegar así que solo la faltaba vestirse, cosa que no tardaría mucho.

Cris en esos momentos maldecía el momento en el que no se fue de compras con su madre por estar tirada en un parque con el imbécil de Mateo, ¿qué le había pasado por la cabeza ese día? AL fin y al cabo no ha vuelto a ver a ese chico y ni ganas de hacerlo, fue la peor cita de su vida aunque, claro, eso la pasa por fiarse de su amiga Marta... Bueno, el caso es que tiene que elegir la ropa ya porque la espera una hora de camino y como siempre ya llega tarde. 
- Esto no, esto mmm tampoco, demasiado serio, demasiado atrevido..¡Esto!- Lo dijo a la vez que cogía su vestido blanco con el que tantas veces ha triunfado.

Suena el teléfono, Aitor arrastra la mano palpando la cama en busca de su teléfono. Pobre del que sea, no está de humor, ni hoy ni desde hace 3 años, y encima le acaban de joder la siesta. 
-¿Quién coño es?- sólo le sale eso aún con voz de dormido.
- ¡Tío! No jodas que estabas sobando.
En seguida se da cuenta de que es su amigo Hugo, el único que ha estado ahí pasara lo que pasara.
- ¿Se puede saber qué quieres?
- Me ha dicho el hermano de Claudia que esta noche hay fiesta en su casa, venga vente que seguro que hay muchas pivitas.
- No sé tronco, no tengo muchos ánimos...
- A las 8 en el metro, no te arrepentirás.
- Va...
Qué remedio le queda, sabía que si decía que no, Hugo iba a tirar la puerta de su casa abajo.


- Mamá me voy, llegaré tarde.
- ¿Cómo que llegarás tarde? De eso nada
- Venga mami, que es la fiesta de Claudia, no puedo dejarla sola...
- Está bien, ten cuidado.
Cris conocía a Claudia desde que empezaron el colegio, son inseparables y claro, no podía fallarla en un día tan especial.
Llegaba tardísimo, eso sí que no se lo iba a perdonar... Mierda! está llegando el autobús, es el momento de echar a correr...
-¡Espera!- grita y el conductor parece oirla, es su día de suerte- Muchas gracias.
Busca un sitio libre y se sienta al lado de una mujer mayor que al parecer va a ver a su nieto ya que lleva una bolsa con varios juguetes, en ese momento la vienen a la cabeza momentos de su infancia, cuando su abuelo aún vivía... Se fueron tantas cosas con él...


- ¡Vamos marica que llegamos tarde!
- Lo siento, lo siento es que... no sabía que ponerme....
- Serás capullo...
Hugo y Aitor comienzan a pelearse como siempre suelen hacer, la gente los mira pero a ellos les da igual, no lo tienen en cuenta.
- Vamos tío, ya sabes como es Claudia...
- En verdad no, yo solo conozco a su hermano, ¿está buena?
- Es monilla pero es demasiado creída.
Aitor atiende a las palabras de su amigo, es sabio, sabe mucho de chicas... Solo espera que no le molesten mucho en la fiesta, nunca le han gustado pero con los ánimos que tiene, ahora las aborrece...


Cris ve la casa de Claudia a lo lejos, ya ha llegado. Bueno, tampoco se ha demorado tanto, tan sólo unos diez minutos... Se baja del autobús y se da prisa en llegar hasta la casa de su amiga.
- ¡Claudia! Ábreme que necesito pasar al baño.
- ¿Para eso vienes? ¿Para invadirme el baño?
- Serás boba...Era para que te dieras prisa en abrirme.
Las dos amigas bromean y entran a la casa, aún no ha llegado nadie así que aprovechan para contarse sus historias.
- Por cierto, ¿Marta no viene?
- Creo que sí, porque me dijo que si podía traer acompañante...
- ¿En serio? Hay que ver lo que liga esta chica...
- Ya ves aunque repasando su historial...¿Alguno merecía realmente la pena?
Las dos amigas estallan en una carcajada sonora, la verdad es que su amiga tenía unos gustos un tanto extraños... El hechicero, el que hacía budú, el que decía que levitaba por las noches...Ni uno normal, si al menos fueran guapos, pero ni siquiera eso. 


Hugo le hace una seña a Aitor de que han llegado a su destino. Suben corriendo las escaleras del metro a modo de competición, los dos llegan a la conclusión de que deben dejar el tabaco o terminarán ahogándose con sus carreras. 
- Mira, es esa casa de ahí.
- Joder! Pues si que deben tener pasta, menuda mansión.
En seguida llaman al timbre y sale a recibirles Miguel, el hermano de Claudia. No tenía nada que ver con los dos amigos pero se llevaban bien, Miguel siempre había querido ser como ellos pero en su casa siempre se preocuparon de que se juntara con los estudiosos y no con los rebeldes como Aitor o Hugo.
-Pasad, ya ha llegado gente. Si queréis tomar algo en el salón esta la barra improvisada de mi hermana...
Aitor y Hugo se sentían como dos reyes en aquella casa, En seguida Claudia sale a su encuentro y se presenta sin timidez alguna.
- Hola, soy Claudia supongo que os habrá invitado Miguel, ¿no?
- Eh, sí, encantado, soy Hugo y este es mi amigo Aitor.


Y ahora, ¿dónde se habrá metido esta chica? Cris busca desesperadamente a su amiga pero no obtiene el resultado esperado...Bajará al salón, seguro que esta allí tonteando con alguno y efectivamente, hay que ver cómo conoce a su amiga...
- Tía te he estado buscando por toda la casa, ¿se puede saber dónde te metes?
- Pues aquí o es que no lo ves atontada.
Cris enrojece al ver que tiene cuatro ojos puestos encima suyo, esos dos chicos se ríen al ver su reacción, será mejor que se vaya a otra parte...


Qué chica tan guapa y además tan espontánea...Me gusta esa vitalidad y esa forma de sonreír y esa... Pero qué estás diciendo idiota, déjate de tonterías...La cabeza de Aitor le decía una cosa y su corazón latía cada vez más deprisa pero no sabía por qué. ¿Quizás esa chica sea la que le devuelva la felicidad? No, no cree.


Ese chico la había mirado de una manera especial, además era bastante guapo...pero que hacía ella con un chico así. Nada, nada déjate de tonterías seguro que es de estos que no quiere relaciones, simplemente un momento divertido y ya está. Mejor ir a otro sitio a disfrutar de la fiesta.






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